Pombero en New York

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Sunday, June 21, 2009

La izquierda en el Paraguay

La izquierda en el Paraguay

A la luz de los últimos acontecimientos en el escenario de la política partidaria paraguaya, es cada vez mas claro que un sector de la población tiene inclinaciones hacia el socialismo. Puede que en términos de porcentaje no sea muy significativo, algunos medios lo ubican entre el 8 y el 10%, aproximadamente, pero de que hay una tendencia, la hay. Por lo menos este es el porcentaje de los que decididamente, y activamente, se identifican con el socialismo organizado en partidos políticos. Estos mini-partidos tienen diferencias entre si por cuestiones tanto ideológicas como de liderazgo, de estructura, de financiación, entre otras.
Vale una aclaración: a la izquierda se llega por muchos caminos.
a) Algunos llegan a la izquierda por el lado religioso: Cristianos de buena fe que en algún punto de sus vidas cuestionan la fidelidad de la Iglesia Católica a los intereses de sus creyentes más pobres y necesitados, encuentran en la Teología de la Liberación o Iglesia tercermundista una forma de compatibilizar su fe con la lucha por las injusticias y desigualdades sociales.
b) Otros llegan desde las aulas universitarias: gente quienes en algún momento de su juventud tropezaron con los escritos de Marx y seguidores y se maravillaron con las medias verdades y explicaciones simplistas que estos dan a los complejos problemas sociales que confronta la humanidad entera. Crease o no, la idea de ver el mundo y sus problemas en blanco y negro, en el simple dualismo de lo bueno y lo malo (de opresores y explotados, de masters y esclavos, etc.) es sumamente atractiva para mucha gente. Esta misma gente que dice aborrecer todo lo complicado generalmente condena a los auténticos intelectuales, y al complejo mundo de conceptos, modelos teóricos y variables representado por ellos, y en su reemplazo erigen sus propios “intelectuales” (fácilmente reconocibles estos por su faccia).
c) Un considerable número de ellos llegan a la carpa socialista a través de los movimientos sindicales y al enorme despliegue propagandístico asociado a ellos. No es ningún secreto que los gremios sindicales tienen sus foros, seminarios y congresos en países en donde el socialismo ya tiene una presencia mas sólida. Estos seminarios son centros de difusión de las tácticas y técnicas ya aprendidas y de efectividad probada en otros países en las luchas obrero-patronales tan mentadas en la literatura marxista, así como de planteos tácticos a ser experimentados en casos nuevos. La financiación de esta lucha es la mayor de las veces el tema central en estos foros.
d) Los opositores a los partidos tradicionales, ya sea por 1)el automarginamiento (al no encontrar el reconocimiento del que se creen merecedores dentro de sus respectivos partidos, o 2)al encontrar que su partido se distancia ideológicamente de las posturas con las que se identificaba en el pasado) o por 3)el rechazo de que son objetos por parte de las estructuras partidarias, conforma el grueso de las filas de la izquierda, aun cuando en forma temporal. La novedad y el volumen del lata parara generado por estos grupos de izquierda atraen la curiosidad de estos muchos conciudadanos quienes tienen en común tanto el rechazo al régimen de gobierno anterior (y todo lo asociado con ello) como la búsqueda de un nuevo partido que los acepte, reconozca y sirva de apoyo a sus luchas individuales. El encanto pasajero de la novedad y el lata parara cede después de un tiempo y va dejando a la vista la desnudez de los métodos izquierdistas en la consecución de sus objetivos ideológicos. La gran mayoría en este grupo de gente acaba dejando la carpa de la izquierda después de un corto tiempo.
e) Los clientes abyectos y los seguidores de procesiones constituyen la masa visible de la izquierda en el Paraguay. Por un lado: De tanto en tanto aparecen en las agrestes campiñas de nuestro suelo patrio algunos personajes quienes, para bien o para mal (conforme al cristal con que se los mire) se erigen en caudillos en su pequeño entorno geográfico y, con el abyecto servicio de su banda de seguidores y/o protegidos, somete a la población de su entorno al arreo y manejo al que están acostumbrados los ovinos y bovinos. Esta situación es harto conocida en nuestra historia paraguaya ya que tanto liberales como colorados los conocimos y procreamos, principalmente para eventos electorales. Latinoamérica toda esta familiarizada con estos personajes. Hoy día el sector izquierdista ya tambien tiene unos pocos caudillos a lo largo y ancho de la geografía patria.
Por otro lado están los seguidores de procesiones: Asi como cada año en la primera semana de diciembre tenemos una millonada de gente que procesiona a Caacupe (algunos hasta de rodillas), sin que la fe sea el principal motor en la mayoría de los casos. Un gran número de esta gente en procesión lo hace por motivos religiosos (de ruego, de demostración de fe, de agradecimiento, en cumplimiento de promesas religiosas), pero sospechamos que el mayor número lo hace solamente por el hecho de participar en ella en su carácter de evento social y entretenimiento. Estamos convencidos de que mucha de esta gente también participa constantemente en las marchas, demostraciones y protestas por la misma razón por la que en Diciembre irán a Caacupe (tal vez cargando el ateismo que pregona la izquierda).
f) Irónicamente, el grupo minoritario de los que recurren a la izquierda, los reales desheredados de la tierra, quienes son los que mas chances tienen de obtener algún beneficio en cualquier cambio en el orden político y económico (por lo de que no hay ya peor para ellos) son los menos. La participación de este grupo es por lo general tímida, cuando no directamente apática.
g) Los oportunistas conforman otro segmento de cualquiera y cada uno de los partidos políticos en todos los países del mundo. Desde periodistas quienes hacen carrera legítimamente siguiendo los avatares y actividades de un partido político especifico, pasando por propietarios de radio-emisoras quienes venden espacios en el éter, inversionistas e industriales que apuestan a dos o tres caballos, dueños de imprenta quienes ven la posibilidad de empapelar ciudades enteras con panfletos a buen precio, celestinas, abogados y mediadores que arreglan acuerdos inter-partidarios, operadores-transportistas especialistas en arreos y manejos de tropeles, militares en carrera hacia la punta (a cualquier precio) y, en fin, representantes de cualquier profesión o actividad económica quienes mejorarían sus respectivas fortunas personales con la alianza a tal o cual partido, independiente de sus propias convicciones personales. Los partidos y movimientos izquierdistas no pueden ni podrán librarse de ellos.
Si a este conglomerado de gente que coincide circunstancialmente en un breve espacio del amplio espectro político de nuestro país sumamos la atomizada y dividida dirigencia de los mini-partidos que conforman la carpa izquierdista, podemos arribar tranquilos a la siguiente conclusión:
El Socialismo del Siglo XXI, si todavía existe, llegara al Paraguay recién en el siglo XXII, si llega. Lugo, Camilo, López Perito, Elvio, Pakova y los sintierras van a tener que reunirse mas de seguido y atraer mas a los Llano, Laino y otros personajes irradiados de sus respectivos partidos, aun cuando esto signifique diluir un tanto el programa ideológico y propagandístico en el que se encuentran por ahora empeñados.